viernes, 22 de febrero de 2019

CAFE Y DOLOR


Todo el día tan solo con un café, observando por la ventana la vida ha pasado, no ha dejado su huella, ni la lagrimas ya tienen sabor, todo ha quedado suspendido en el tiempo en el olvido, las horas pasan no hay diferencia entre el día y la noche, los recuerdos se han perdido, gota a gota en el silencio de  la vida, temor un poco, no sé qué sucederá después de esta palabras, una despedida no, tal vez no, solo es la soledad y la nostalgia brotando por cada poro, que será de mí no lo sé aun no descubro el porque la vida solo pasa de lado, el amor se ha perdido entre sueños e ilusiones .

Estoy aquí intentado comprender el porque de mi vida aun no encuentro respuesta, solo me quedo con mis aviones de papel, algunos dirán que muero lentamente en cada palabra, se que aun no estoy muerto, pero tampoco me siento vivo, todo ha muerto los sueños suspiros, ya no siento los latidos del corazón,  este café sabe a dolor, no entiendo, intento mentir al corazón tal vez así pueda sonreír, salto al vacío una y mil ves quedo suspendido entre preguntas sin respuesta, ya olvide como rezar al cielo, no tengo un faro, estoy en la tormenta dejándome llevar ya no existe mas la sonrisa que una vez me acompaño, que mas da si ya no existe un buen amanecer, todo se ha vuelto dolor ese mismo que me dice estas vivo, duele al respirar, las promesas están perdidas se han fugado con el tiempo.

Pasan las horas los recuerdos atormentan cada suspiro, la muerte parece tan real, es una sonrisa hermosa dulce, que desea abrazarme así descasar de todo este dolor, como llenar este vacío, ese mismo que parce una eterna tormenta que amenaza con destruir ese mundo que ahora no parece tan real, este el castigo de un dios cruel que me herido, si me dieran a escoger no escogería volver a nacer, desearía ser un suspiro efímero que desaparece en medio del silencio.

Un café que sabe a soledad y dolor, quedo en medio del silencio vagando entre pensamientos preguntas sin respuestas, estoy aquí mirando pasar las horas que será de mí, parece el final de un poeta sin musa, sin inspiración que ha perdido su batalla, como testigo quedan estas febriles letras, no queda más que un café, soledad y un poco de dolor.

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