jueves, 12 de abril de 2012

UN ADIOS EN EL SILENCIO

Mis ojos lloran, miran ese horizonte donde ella esta, mi corazón sufre porque no pude detener su partida, me abrazo, el silencio se apodero de aquella despida, me quede con este dolor que ahoga mis ojos, te alejaste, tu imagen se nublo se fugó con la ausencia, aquella tarde cuando el sol moría lentamente, así como lo hacía mi corazón, quedaron tantas palabras ahogadas en la garganta murieron en el silencio del adiós, ella se escapó alzo el vuelo surco el cielo de mis ilusiones, en sus alas se llevó mis sueños.

Los recuerdos atacan sin piedad, no sabes cómo duele el no poder retener tu amor, duele no saber dónde estás, tal vez perdida en las ilusiones de un amor que te hace volar por los cielos de la esperanza, o estarás pensando en ese pasado, en aquella tarde, en tu corazón rondaran esas palabras que tus labios no pronunciaron, perdida de aquel camino que una vez nos hizo sonreír, soñar más allá de ese horizonte, un tal vez queda como respuesta a este dolor.

Cae la noche gris, junto a ella esos recuerdos, desearía poder arrancar aquellos sentimientos que atormentan mis noches de soledad, estoy aquí con mil palabras en mis labios moribundos, las mismas que esa tarde quedaron en silencio, deseo poder borrar tus besos, caricias, aquella sonrisa que acariciaba este corazón, quiero cerrar mis ojos, tu imagen se nuble en la bruma del olvido.

Busco en cada atardecer poder regresar el tiempo para no dejarte partir, pero la realidad me susurra, que eso ya no será posible, en sus ojos esa tarde se reflejaba la tristeza de un adiós, en sus lágrimas un nunca me olvides, han pasado demasiadas tardes aún está presente tu recuerdo, estas tatuada en mis sueños, tu sonrisa ronda mis suspiros, en silencio vagan las palabras de esa tarde murieron con tu adiós.

Si tal vez un día me olvidas, mira ese horizonte en la profundidad de tu mirada estaré yo, cuando la brisa acaricie tu cabello son mis pensamientos que llega a visitarte, ahora estoy solo con mil palabras entre recuerdos y lágrimas con ese dolor porque te fugaste de mis manos, no pude detenerte, eres quien visita mis madrugadas, miro las estrellas quedo vagando en el silencio de mi soledad.

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