Los demonios siguen danzando sin cesar en aquella fría habitación, los pensamientos tratando de escapar de la realidad gris, en las noches ese mundo de sombras llegan sin avisar construyendo un muro entre la realidad y la fantasía, el edén que muchos sueñan es tan solo ruinas de un pasado que está en el olvido, aquellas ruinas son la que cada noche se encierran en el alma, pensamientos sombríos, triste realidad de un ser que vaga en la soledad de aquella habitación fría y oscura, el alma esta cegada en el silencio de un destino incierto, el sol no calma el frio de la ausencia.
Los demonios danzan, cobijados de soledad, al son de la dulce melodía del silencio, vagan entre sombras de esa noches de insomnio cuando mil preguntas rondan en la mente, la razón intenta darle respuesta, reina el silencio las repuestas se ha escapado ocultas en el tiempo, el destino se ha congelado en lágrimas de un corazón sumido en la soledad, un sueño queda suspendido en ese cielo que cada día muere lentamente, cae a pedazos el firmamento sepultando la sonrisa del alma.
Los días con sus noches se convierten en lágrimas del tiempo, los sueños se fugan entre suspiros y lágrimas, la eternidad un deseo bajo la lluvia muere la magia, ese mas allá la libertad a todo este dolor, esa mano amiga ha desaparecido en las tinieblas del olvido.
La eternidad en un suspiro morirá, como lo hace aquel ser muere lentamente en el silencio de aquella habitación oscura y fría, llega la noche anunciando el silencio los demonios recitan con suave susurro en los oídos aquella poesía que nadie escuchara, letras nacen en las sombras de un corazón condenado a la soledad.
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